viajar a bretaña en autocaravana

Nuestro primer viaje en autocaravana propia nos lleva hasta Bretaña, donde visitaremos algunos pueblos sacados de un cuento, imponentes castillos, uno de los principales monumentos de Francia, el Mont Saint-Michele y acabaremos en el que probablemente es el circuito mas famoso del mundo, Le Mans.

Saint Malo es la joya amurallada de Bretaña: un antiguo puerto corsario donde hoy paseas sobre sus murallas de granito mirando el Atlántico. Entre sus calles empedradas descubrirás casas de piedra y madera, tiendas con encanto y la imponente catedral de San Vicente. Al bajar a la playa, explora la isla de Grand Bé con la tumba de Chateaubriand al atardecer, o disfruta de la arena cuando baja la marea. Y no te vayas sin probar la salicornia y unas crêpes bretonas en una de sus creperías frente al mar.

Rochefort-en-Terre te recibe con un aire de cuento: calles empedradas flanqueadas por casas de granito cubiertas de flores, rincones donde parar a descubrir talleres de artesanos y escaparates de antigüedades. Bajo la silueta de su castillo en ruinas late un pasado medieval que convive con un espíritu creativo heredado del pintor Alfred Klots. Cada rincón invita a perderse entre murallas, plazas íntimas y escaleras secretas, y al caer la tarde las fachadas se iluminan suavemente, creando un escenario perfecto para un cruce de historia, arte y encanto rural que no querrás olvidar.

Josselin te recibe con su imponente castillo de los Rohan reflejado en las aguas del Oust, un escenario de cuento donde cada piedra rezuma historia. Pasea por el casco antiguo de casas entramadas, descubre la elegante colegiata de Notre-Dame y déjate tentar por la cerámica local en los talleres de Faïencerie. Entre los jardines florecidos del castillo y un tranquilo paseo en barca, Josselin mezcla poderío medieval y encanto ribereño en un pack que no querrás perderte.